Solo hay frío en Nueva York

Si este año, en un alarde de previsión engañosa, te decidiste a equiparte con un buen abrigo, un plumífero de calidad o un chaquetón de piel, todo ello para usarlo cuando llegara el frío...puedes esperar sentada. No hay frío. ¿Dónde está el frío? Ah. Eso está empezando a convertirse en dónde está Wally o dónde hay un hombre que me quiera. Lo mismito que si el tiempo se hubiera vuelto loco y el cambio climático campara a sus anchas, he aquí que este otoño no hemos "disfrutado" del frío, ni tampoco este invierno. Lo cual que, umbralianamente dicho, estamos a verlas venir en lo que se refiere a nuestros maxiatuendos abrigados. 

Solamente las chicas de Nueva York o las de Alaska (incluso en ese caso tengo mis dudas) han podido sacar a la calle estas monadas vestimentiles. Ese abrigo corto animal print, con bandolera a juego y gorrito de lana. O ese chaquetón corto de piel sintética, sobre una falda larga y tableada hecha de tiras de ante y botines a juego. 

Aquí no salimos del vaquero, de la cazadora de piel (ninguna temporada otoño-invernal como esta para lucirla a modo) y, en todo caso, algún abriguito o plumífero no excesivamente cálido. Lo malo es que no podemos confiar en aprovechar los abrigos que nos hemos comprado para el año que viene. Los modistas, esa clase de seres sádicos que se empeñan en que gastemos y gastemos, se inventarán la forma de que lo de este año quedé out para el próximo y así tener que desembolsar más pasta en septiembre. Salvo aquellas chicas, claro, que son tan habilidosas que saben sacar partido de cualquier trapito, tunearlo y hacer de una prenda pasada de moda el colmo de lo cool. Pero ese no es mi caso. Así que tengo que confiar en la benevolencia de los cool hunter y toda la parafernalia que Dios guarde y que habita en los subsuelos de las tendencias de moda. 

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