Con una mirada


Las pestañas son una parte muy importante del rostro. Aportan expresividad y protegen los ojos. Hay que cuidarlas, por lo tanto, para que estén fuertes y sanas. Existen pestañas artificiales que puedes usar en un evento concreto, pero ninguna queda tan bien como las naturales. 

Algunos pequeños consejos prácticos pueden ayudarte a que tus pestañas mejoren de aspecto y se conserven en buen estado:

Desmaquíllate las pestañas. Si te has puesto rímel o pintado los ojos, tienes que cuidar que se queden absolutamente limpias antes de dormir. Acostarse con los ojos pintados o las pestañas pegajosas es un verdadero asco. Nada de quejas, ni de pretextos. Si estás cansada, piensa en los beneficios. Compra un desmaquillarte hipoalergénico y úsalo con un disco de algodón. No frotes. 

Hablando de rímel. Se trata de un producto delicado y por eso aquí no puedes ahorrar. Elige un buen rímel, de esos que contienen sustancias naturales, como la elastina o el colágeno, que reforzarán el crecimiento cada vez que lo uses. 

Usa gafas de sol. Las gafas de sol no son solamente uno de los complementos más bonitos y chic de los que puedes llevar, sino una auténtica necesidad. Protegen del sol y de sus malvados rayos UV, no solo a las pestañas sino a los ojos. Además, evitarán o paliarán la aparición de arrugas de expresión por la molestia que causa el sol en los ojos. Por supuesto, gafas de sol buenas, con cristales adecuados y con protección. 

Nutre las pestañas. Ya sabemos que no tenemos tanto tiempo, pero, por ejemplo, en verano o vacaciones, puedes llevar a cabo unas sencillas acciones nutritivas. Aplica por la noche en tus pestañas productos naturales como el aceite de oliva o una infusión de manzanilla, usando un bastoncillo para oídos. Se espesarán y se pondrán más bonitas. La manzanilla, además, es un excelente medio para bajar la hinchazón de los párpados. 

Sigue una dieta equilibrada. La alimentación es básica para que todo tu cuerpo funcione bien y tenga buen aspecto. También influye en las pestañas, porque se fortalecen con determinados alimentos. Frutas, verduras, cereales, sobre todo. Alimentación sana y nutritiva, variada y sin abusar. 

Y ahora, dos consejos más que quizá sean más difíciles de realizar, pero que constituyen la base de la belleza femenina: 

Ríe con los ojos. Una mirada triste nunca podrá ser atractiva. Reír con los ojos es ofrecer lo mejor de ti a los demás y enfrentarte a la vida con sabiduría y con elegancia. No te hará crecer las pestañas, pero sí te sentirás más a gusto y feliz. Además, te verán más guapa. 

No te canses de mirarlo. Si estás enamorada, si te gusta un chico, si eres aficionada al arte, si te gusta el cine, no te canses de mirar aquello que te atrae y que te conmueve. La emoción hará que tu expresión se llene de belleza. 





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